LA MUERTE ESCARLATA . ANTONIO CALZADO

Título: La Muerte Escarlata, Y un niño les guiará a través del camino de las sombras.
Autor: Antonio Calzado
Diseño de Portada e Ilustraciones: Epica Prima
Editorial: Dolmen Books
Año: 2012
Género: Ficción / Literatura Z
Distribución: Editorial Oceano

Al Reverso: Han pasado unos cuatro años desde el inicio de la Plaga Errante. Una joven superviviente (Eva) decide abandonar su grupo para dirigirse a Cíbola, una de las pocas ciudades en poder de los humanos. Allí conoce a un extraño niño (Ismael) que afirma ser un robot y que insiste que ambos deben abandonar la ciudad para dirigirse a un misterioso destino en el Norte, que aún no quiere revelar.

Al fin Eva e Ismael se deciden a abandonar Cíbola, en parte por la insistencia de éste y también por el ambiente irrespirable de dictadura que existe en la ciudad. Durante su viaje al Norte conocen a Robinson, un superviviente que ha estado encerrado en un refugio antiatómico desde el inicio de la Plaga.

Antonio Calzado nace en Córdoba en octubre de 1968. Ha cursado estudios de Geografía e Historia en la Universidad de Córdoba y, posteriormente, ha sido funcionario interino en la administración autonómica andaluza. Escribe narrativa en sus diversas modalidades desde la adolescencia, logrando numerosos galardones como autor de cuentos y relatos. Su primera novela, El Círculo del Lobo (Almuzara, 2008), concitó el elogio unánime de la crítica y los lectores. En Umbría (Almuzara, 2009), Calzado confirmó su habilidad para crear intrigas y universos que fascinan por su intensidad y verosimilitud, en los que sus personajes se desenvuelven a la caza de sueños efímeros. En su tercera novela, Noviembre (Almuzara, 2010), firmó su mejor obra construyendo un apasionante rompecabezas repleto de terror, romance, intriga, etc… que no envidia nada a los grandes nombres de la literatura anglosajona que pueblan nuestras librerías. Con La Muerte Escarlata (Dolmen, 2012) Antonio ha ido un paso más allá y, aportando su granito de arena a la literatura zombi, logra demostrar que con talento pueden seguir encontrándose fórmulas originales de transitar por este género, manteniendo además todos los rasgos característicos de su estupenda narrativa.

Tenía ya tiempo de no leer algo sobre infectados, apestosos, zombies, o como los describe Calzado, pellejudos, los errantes. Una plaga de infección escarlata se ha propagado por todo el territorio.  El mundo se encuentra entre la línea de aquellos que vieron como comenzó la muerte y los que han nacido ya en un mundo devastado. La vida continua.  Eva, el personaje principal, maestra de literatura pero con una habilidad sorprendente en la casa y el combate se ha alejado de su grupo para buscar ayuda, para tratar de encontrar una ciudad que pudiera aportar refugio y seguridad. Cíbola es el lugar esperado. Eva conoce a Alexei quien "administra" la ciudad y con quien tendrá un fugas amorío que le llevara por caminos de miedo ante una sociedad sumisa que espera no encontrar el castigo por hablar de lo prohibido, de Seth. 

Los Sethianos están convencidos de que la plaga es un castigo divino que el propio hombre  se  buscó y sólo queda entregarse a la voluntad del todo poderoso. Ahora el mundo pertenece a los errantes, a los pellejudos, ellos sólo buscan alimento, no hay codicia, odio, violaciones y maldad entre ellos. Sólo buscan la carne para alimentarse, una dinámica mucho más amable, más placentera que los humanos caníbales que viven entre los bosques, las pantanosas aguas contaminadas y la desconfianza en cada ver en el rostro ajeno. 

Eva conocerá a Ismael, o como se hace llamar, Máquina. Quién insiste en viajar hacia el norte. Donde están las respuestas, donde está la libertad. Máquina logra que sea desterrado junto con Eva y aventurados a la incertidumbre de la muerte escarlata emprenderán el viaje para encontrar la solución al extraño caos pacífico que impera a causa de los errantes. Pronto conocerán a Robinson en una situación desagradable indicios de una verdad, el comportamiento humano, destruye a los demás no dejes a nadie vivo.

Ismael los llevará con Madre, la causa y motivo de la plaga.  La fuente de la infección. Aquí, es donde todo se vuelve raro,  y se deja entre ver un fanatismo literario de Calzado de por Stephen King, quiero suponer.  El comienzo es esperanzador, con un ritmo acelerado para conocer a todos los implicados, el  mundo está echo una mierda y hay que sobrevivir. La vida en Cíbola tiene tintes agridulces dónde se va deslavando la idea de que esta historia se tratará de un "survivor". Eva es llevada en cada instante al pasado por Alexei, a tiempos donde todo parecía ir no tan peor como en el presente. Romances, locuras religiosas y hordas invasoras de errantes, emocionante y con una fluidez apasionante. Pero, ya llegando a las últimas hojas de la novela tenía la sospecha de que tendría que esperar una segunda novela, empezaba a rebelar el comienzo de una saga. Me equivoqué. El Final es vertiginoso, acelerado da un giro de violencia y desesperación. La Muerte Escarlata se revela en Ismael quien es portador, seropositivo,  y los ha llevado ante su creadora Madre, quien controla telepáticamente a todos los pellejudos. Una trampa.  Aparece un extraño violador que corrompe a Eva, pero no dura más de algunos cuantos párrafos.  Se ha quedado perdido en el espacio, como agregado cultural a la novela. De pronto, ¡bam!, Madre es un extraño ser casi amorfo que misteriosamente está en la tierra y demanda sangre. Máquina logró ocultarse ante las comandas de Madre y tras un dispositivo explosivo que aparece durante toda la novela logra liberar la vida, de una vez por todas, del control de este esperpento de ser. Todo a finalizado con una exposición y una carta de despedida. Al mero estilo King, porque ya se acabó y ya. Era algo horrible que apareció y controlaba todo y de nuevo, todo se acabó.  Y no es que diga que sea malo el final, sólo que ante la detallada narrativa de todo lo anterior todo cae al final y me quedó un hueco en la lectura. Todo seguía su curso ácido-amargo de una sociedad que no es más que humanamente desoladora.