SICARIO, DIARIO DEL DIABLO . VÍCTOR RONQUILLO
Una espeluznante anécdota en la que sientes la frustración de no poder encontrar respuestas claras si no más y peores conflictos como la drogadicción o la guerra de pandillas que llegan a la terrible situación del Narcotráfico. ¿Tendrá solución? ¿Quien era el Diablo? Este singular personaje no es más que todos esos jóvenes que llegaron sin alternativa a este terrible mundo de la violencia, el dinero fácil, las sustancias psicotrópicas y una muerte segura a la vuelta de la esquina. ¿Estará la respuesta en la siguiente hoja? imposible dejar de leer. Sin darte cuenta te has convertido en el reportero que disfruta de las historias escondidas en las sábanas de los hoteles. El personaje que siente cierta atracción por los freeways. El reportero que quiere la verdad. La gente está temerosa de contar lo que vivió, lo que vivimos ya tan cotidiano, ahí es donde se vuelve escalofriante esta novela. Estamos viviendo una situación peor que en la del libro. Si bien, una de las presentaciones ante el público, como lo fue en La Feria Internacional del Libro del Zócalo de la Ciudad de México la cual la cifra de muertes por el Narco rondaba por los 15 mil muertos, ahora son muchos más y sigue incrementando la cifra, siguen llegando más jóvenes a este panorama de horror. Es fácil sentirse desolado ante tan situación y sentirse un tanto seguro al pasar de las páginas de Sicario, Diario del Diablo, por que pareciera el Diablo muy alejado de nuestra colonia, en las lineas de su diario, parece tan humano, tan temeroso como nosotros; al diablo lo podemos encontrar en cualquiera. Parece tan tranquila la situación al rededor del libro que nos da miedo cerrarlo y abrir la ventana que da a la calle de nuestra colonia.
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