MANIFIESTO CONTRA EL ABURRIMIENTO
Aunque nos avisaron* allá por los noventa, muchos han caído en el Cocooning: la tendencia por la que el individuo socialice cada vez menos y se vaya retirando a su hogar, que convierte en su fortaleza.
Nos avisan de la necesidad de evitar las privaciones sociales y sensoriales que producen trastornos a nivel nervioso que conducen a la agresividad y a la ansiedad.
El ser humano no puede estar inactivo y sin estímulos. Pero no únicamente eso, debe luchar contra la habituación, contra lo mismo todos los días.
Nos manifestamos contra el aburrimiento, a favor de una sociedad que socialice y que salga de su refugio para compartir, disfrutar y divertirse.
Nos manifestamos contra el aburrimiento porque escuchamos a muchas personas decir “que no tienen ánimo” cuando la relación es la contraria: “¡No tienen ánimo porque no hacen las cosas!”.
Nos manifestamos contra el aburrimiento, contra la idea de niños y jóvenes pegados a una consola sin salir de su casa. Los fabricantes de consolas tampoco quieren eso.
Nos manifestamos contra el aburrimiento porque queremos una sociedad estimulada, que hable, se relacione, se enriquezca.
Nos manifestamos contra el aburrimiento porque queremos una sociedad activa, la propia actividad es en sí ya terapéutica. Y nuestra actividad debe sacarnos de la rutina y debemos forzarnos a salir un poco más.
Y nos manifestamos aquí, en el cine. La actividad de ocio que, de lejos, más personas saca de sus casas.
Nos manifestamos contra el aburrimiento porque creemos firmemente que la prioridad no es tener una sociedad más rica, sino una sociedad que aprenda a vivir mejor.
*Nos avisó Faith Popcorn allá por los 90 en su libro “Lo que vendrá”
*Este manifiesto ha contado con la colaboración del psicólogo David Pulido del gabinete Álava Reyes.
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