IN PALE BLUE RAINBOWS

Por fin:

LLegué
Soñamos
Reimos
Comimos
Jugamos
Nos molestamos
Lloramos
Nos volvimos a enamorar

Por fin:

Llegó la banda
Llegó Kraftwerk
Llegaron "esos weyes", Radiohead

°esos weyes era el grio de guerra de varios de los vendedores ambulantes en el Foro sol y sus alrededores, "llevela llevala, la playera de esos weyes", llevese la discografía completa de "esos weyes", una barbaridad. La mala prenunciación y las faltas de ortografía y hasta fotografías de la banda no se hicieron esperar.

De algúna u otra forma, tenía que terminar bello, con recuerdos infinitos y marcas por todo el cuerpo, dentro, fuera, sobre, entre, todo el cuerpo. Como en pasados ocaciones, con un intenso aleteo estomacal partí acelerado hacía el regazo de mi gatita de pálido azul.

Parecía todo estar en mi contra, tráfico terrible, terribles pesadillas, horarios sin cuadrar, un vacío alimenticio, cancacio emocional, pero, aún cuando todo pudiera estar contramarea, el itnenso aletear estomacal logró romper con las agresivas olas. La cotidianidad del viaje me falló, la línea en la que suelo viajar ahora no quería que viajará con ellos. Una salvació al horario, a la par la comida, llegaría con un color intenso y a tiempo. Pero la aritmia de la citidianidad no me pudo salver de la propuesta cinematográfica de un autobus. Entrando a Papá, El contrato. y Vitus, por fortua la última sólo fue un instante. Qué horror de películas, pero sin duda, hacen que el tiempo desaparesca por un momento, al igual que el quebradiso decierto segmentado por líneas de pavimento y color prebentivo. Pero aún cuando la artimia parece fallar en todos los sentidos, siempre suben al viaje una pareja dispareja con mil y un historias de locura, amor, y perdición que logran distraerme de todo. No puedo vencer mi instito morboso de querer saber de quien hablan, ¿Cómo son?, ¿De dónde son?. No espero poco para dar forma a los personajes de tan ilustrativas historias, me gusta cambiar el final de la historia de los demás.

Por fin, largas horas aplastado en la soledad de dos ascientos, casí siempre viajo solo para mi fortuna cuando no hay nadie con quien compartir un destino. No esperé a ver por la ventana. De nuevo mi morbosidad no permite mi mente dibage con la fachada del DeEfe. Y es cuando comienzo a atemorisarme un poco, todos llevan tanta prisa que el rostro les cambia, su respiración es acelerada y su humor amargo. Por fortuna, aún no bajo del autobus.

Al llegar ya a la central, el aire frío y mojado no me pudo recibir mejor. Me sentía un tanto mareado pero la suave lluvia me ayudó bastante a olvidar el mareo y el malsabor que salivaba en mi boca. No tardé en sonreír en la ciudad en dolby-digital, ¿porqué cuando llueve, la gente insiste en correr?, no tardaron en aprender la lección, a mi derecha un terrible resbalón y costalazo, casi unisono de mi lado izquierdo un segundo sentón. El splash en la acera sonó tan seco, frío y divertido, que no pude dejar de reir hasta antes de pedr mis boletos para viajar en metro. ¿Cual es la prisa que gobierna en esa ciudad?

Pese a las invariables veces que eh recorrido los mismos pasillos, acceos, contadores, y letreros, me siento tan ageno a ellos, y viseversa, se han dado cuenta que no soy lugareño. Esta vez, nada me importo no serlo. Quería llegar a la línea rosa. Tomé la amarilla, bajé, crucé el aburrido pasillo de la ciencia, parece núnca terminar, un nuevo gusano naranja y lo logré, Llegúe a la línea rosa. El primer hueco vacío que encontré en el sueo y ahí esperaría casi arrinconado a mi gatita de pálido azul. En verdad que me entristese no tener cámara. El esperar en el andén no pudo desprender ese detalle en mi que hace todos volteen a verme de alguna manera si no extraño, raro, inclusibe feo. Estaba yo, sólo, esperando sentado frente a las vías viendo como se llenaba el otro extremo del andén y no tardaba en vacíarse para depronto volver a llenar. Era tan curioso ver soledad, una fracción naranja y luego un lleno total, un tumuldo de prisas. Pareció que denuevo viajé en autobus, esta vez faltaron las películas en mi espera. Entre un finito de rostros desconocidos no tardó en resaltar ese rostro que tanto me gusta ver cuando duerme, el que todas las mañanas quiero besar. Mi gatita azul y su sonrisa empujaban a todos los demás extraños y lo había logrado. Llegué hacia ella. Rápido corrimos a las entrañas del gusano naranja y no tardamos en llegar a casa. La humedad continuaba en las calles y el aire no podía sentirse mejor.

Llegamos a tiempo y con entusiasmo, pues, era jueves de Rockat, el tema del día, las fotografías, rock más rock, y tres gatos locutores al aire, lú, mi gatita y yo. Risas que casí proboca una inundación en la ropainterior por el tan afamado cartél del ViveLatino, ¿Qué tiene de espectacular?, no lo sé, pero si que acabaron con el y las bandas enlistadas. Mi gatita y lú no pudieron aguantar las palabras y simplemente lo despedasaron de la forma más graciosa que pudieron imaginar aquella noche. Terminó el programa, un buen programa si duda y las buenas noches de lú fué lo último que escuchamos de alguien más en la noche. Nos escondimos bajo las sábanas, enetre nuestros brazos mientras nos cuidaban dos pequeños felinos casidueños de la sala del hogar de mi gatita, el pequeño Kyo y Tila dormían a nuestros pies de igual manera que nosotros, ronroneantes.

Amaneció en viernes y mi gatita de pálido azul partió a trabajar, no sabe cuantas ganas tenía de que sequedara en casa, pero era casi imposible que siguierá abrazada a mi entre sábanas. pero, ¿luego cómo podriamos seguir nuestro viaje sin poder adquierir suministros?. Respiré profundo y la vi partir. Regrese a esconderme a la cama, quería pasara pronto el tiempo, despertar y de nuevo verla junto a mi. No pudo ser, no pude dormir más, no sé que ocurrió. Desperté, prendí el ordenador portatil para saber de mi gatia. Kyo seguía de fodongo en cama, que envidia.
Desayuné, vi alguans películas, limpié algunos platos, vasos, tendí la cama, jugué un rato con los pequeños felinos y decidí por darme un baño. Siempre peleó con las llaves por lograr que salga agua caliente. Salvación para mi que de alguna u otra forma lo logré.

Salí a la ciudad en busqueda de alguas provisiones, la amabilidad y sonrisa de varias personas de alguna forma hicieron desapareser un sentimiento de terror que me invadia fuera de la coraza de algodón que arropa nuestros sueños. No era temor a la ciudad, no sé que habrá sido, pero tenía mi corazón agitado, que era lo que ás me preocupaba en ese momento. Regrese y los pequeños felinos de nuevo dormían. Preparé la comida/cena para el regreso de mi gatita de pálido azul. Preparé otra cosa para mi comida y no tardé en caer a dormir en el sofá frente al televisor. Tila tampoco esperó en ir a acompañarme con una ciesta. Kyo, notó dormía solo en otro sillón y cruzó el cuarto para dormir los tres, esperar el regreso de nuestra gatita de pálido azul. De pronto eltimbré no dejaba de sonar, era Lú quien esperaba que le abriera. Una pequeña plática mientras se preparaba algo de beber/comer, no recuerdo y llegó la hora, tome las llaves y corrí hacía el metro, nuevamente, los rostros extraños desaparecían con la hermosura de mi gatita, no era brillante como otros días pues había tenído un día de trabajo bastante estresante. Pero pronto estsaríamos en casa.


Parecía todo tranquilo, serenidad, no tardamos en desapareser en el cuartoy deproto todo se tornó amargo, de pronto agridulce, era el sabor lagrimal de mis entrañas, no sabía que ocurría, todo se desmoronaba y no podía contener una sonrisa. Sigo sin comprender que fue lo que pasó, pero somos más fuertes que la amargura, más feroses que cualquier pirata de altamar. No permitimos tomáran nuestro barco, a punta de cañonasos y sable los derrotamos y logramos de nuevo soñar abrazados el uno al otro.

El sábado no pudo despertar mejor, con un intenso brillar. Dos sonrisas claras en medio de la cama. Logramos desprendernos de las apricionantes cobijas y nos apresuramos para tomar un baño, el estan diferente el agua cuado cae sobre dos cuerpos abrazados. Corrimos al supermercado por provisiones para los siguientes dias y la llegada de unos geeks (Minino, su niño dueño, Anuaro, Nesy Chan, Chis-i, y jebus). Deregreso en casa con el super hecho, corrimos de nuevo al cine, llegamos a tiempo para ver "SLUM DOG MILLIONARE", la última película del "dany boyle", -que buena película, luego les contaré sobre ella-, el refresco, las palomitas y el chocolate no pudieron hacernos mejor compañía. Salimos sonrientes y tomados de la mano, no podía dejar de ver los rostros que nos asechaban con envidia cuando corríamos deregreso a casa. Y con que razón, no todos los dias vez a una hermosa gatita de pálido azul ronroneando junto a un gato amarillo de callejón, tan ronroneantes y despreocupados al caminar por las calles de la gran ciudad.

Llegaron los geeks, no se hicieron esperar las chelas, la risa, el desmadre, el moncho y todo lo demás. Salimos a un antro "oscuro" gotico gotico. Vampiros, sodomistas, poetas, raros, engendros, bastardos, freaks, normales y de todo había en aquel lugar. Unas chelas, algo de música, un cigarro, algunas historias y regresaríamos a casa. Para mi horror, con con la sonrisa con la que salimos a la aventura. Algo molestaba a mi gatita y habpía sido distracción, error mio la razón del disgusto, no supe que hacer, no pude hacer nada más que bajar la mirada, apenas respirar e intentar no pensar cosas horribles, un silencio desgarrante que nos separó a la hora de dormir. No se qe fue lo que pasó, pero al despertar todo era más claro y tranquilo que los turbulentos sueños que tube aquella vez durmiento en el mismo lugar tan separado de ti.

El domingo, los geeks no pudieron dejar su lado cultura/alternativo en San Luis y fuimos al al museo de antropología e historia, que bello es por aquellos lugares. Al llegar optaron por entrar a ver la exposición "Zares, maravillas de la rusia imperial" , a la cual llamaría, "Tengo tanta lana que no se en que gastar", pero bueno, que se le hace, uno no trabaja ahí. No tardé en desperarme en la fila, la gente tonta que frecuenta esos lugares y la falta de cortecía que núnca falla. No recuerdo cuanto tiempo esperamos, pero al llegar a la primera sala de exposición, mis pies, mi espalda y mi cabeza ya me estaban matando del cansancio y dolor. Cuadros en verdad bellos y otros no tanto forman parte de la exposición de las colecciones del Museo Estatal del Ermitage, no recuerdo cuantas salas, secciones eran, pero si que fueron demaciadas para mi. Aún no sé como logramos llegar a casa sin caer en desplome en alguna esquina, en alguna banca.


En casa, ya nos esperaban más adictos a la música y otros más. Ya que el domingo, sería la primera fecha en donde tocarían "esos weyes" que tanto esperamos por escuchar. Esparta, un amigo de Esparta, Lú, mi gatita de pálido azul y yo partimos al metro que para variar, estaba a rebentar de gente. Pero que podía importar si ya estavamos por llegar al evento más esperado. Radiohead en el Foro Sol.

A empujones, jalones y codasos logramos pasar el tumulto de gente para prácticaente rodear todo el Foro Sol para poder llegar a nuestros acientos. El dolor físico de mis pies jamás desapareció pero al escuchar la sencilles electronica de Kraftwerk todo parecía pasar más tranquilo. Con un set de 12 piezas, el cuarteto liderado por Ralf Hütter amenisaron la llegada de un titipuchal de gente. Ya que muy pocos queríamos escuchar a los alencitos robotizados. Muchos otros siemplemente no los conocían ni el interes de conocerles. Pero aún así, recibieron el aplauso conocedor del público.

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Terminó la agrupación electroalemana y mienetras el estaff, arreglabla lo necesaria para Radiohead, la ola osceosa no se hiso esperar un momento. Despues de varioas intentos lo logramos, una ola del total de las gradas de exremo a extremo seguido de un fuerte aplauso victorioso de la banda que se encontraba en las areas de general. Y enseguida colapsó el mundo por un instante, "esos weyes" comenzaron a tocar y todo lo demás poco importo. Un toquín lleno de color, emoción, tonalidad, lágrimas, abrazos, besos y un aperradero de condechis que tardaron un poco en correr a sus casas, muchos no terminaron de escuchar a Radiohead. Tarados aquellos, pero estubo bien, había más espacio y más aire para que circulara la música de "esos weyes" que me debrayan tanto, entusiasma, emocionan, de su música que me aprisiona en un intenso desapareser.

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Increible, pero no bastaría con escucharlos una sola vez, al dia sigueinte correríamos de la misma manera al Foro Sol para una segunda vuelta de Radiohead, para la buena suerte que nos corría por las venas para Esaparta, mi gatita de palido azul y yo, tendríamos rolas nuevas que no escuchamos el día anterior que aún permanece fresco en nuestra conciencia.

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La reseña ya la enontrarán en Rockatradio. Deverán perdonarme por no querer compartir la experiencia con ustedes, esos momentos de ese último concierto han quedado sólo en los recuerdos de algien más, los nuestros, los de mi gatita y los mios serán sólo nuestros, de nadie más, las emociones quedarán guardadas en la conciencia, en las fotografías, en los boletos resguardados en el cajón, en otros blogs. Yo no los contaré eso mágico que ocurrió, ese arcoiris de pálido azul que coloreó mi más reciente travesia con mi gatita hermosa...