SOBRE LA LECTURA Y SU HÁBITO
Funcionarios sinceros Gil Gamés 22 de febrero de 2012 00:38 |
Gil ha notado que entre los funcionarios públicos cada vez es más frecuente admitir que el trabajo que desempeñan es un desastre y los resultados para los cuales fueron nombrados una calamidad. Al parecer, basta con aceptar que las cosas salen de la patada, como si esa postura fuera sinónimo de honestidad. Entre los funcionarios de la seguridad pública éste ha sido el santo y la seña: les tenemos una noticia, hemos fracasado. Si el gobierno fuera una empresa privada, cualquiera pensaría que los dueños están locos por aceptar el fracaso como consecuencia de sus actividades, pero resulta que nuestros funcionarios acostumbran perfeccionar infortunios con dinero público. Este asunto de calamidades y pérdidas viene a cuento porque Gamés leyó en su periódico online de Reforma las declaraciones del subsecretario de Educación, Rodolfo Tuirán, al inaugurar el Programa de Fomento a la Lectura para la Educación Media y Superior. Si Gamés entendió bien, el subsecretario ha admitido una catástrofe que todos, incluyendo Gil, conocían: la lectura en México. Lectora, lector, oigan a Tuirán: “Tenemos un país donde es muy baja la frecuencia lectora. Cuando esto ocurre, el resultado es que peor se hace y menos se entiende pues la mitad de la población de 12 años o más tiene capacidades limitadas para leer, en consecuencia sólo se entiende algo, poco o simplemente nada de lo que se lee, lo que configura un círculo vicioso muy difícil de romper”. Lo que viene siendo un desastre, como se dice en los vagones del Metro. Diantres: Gilga entendió poco el discurso de Tuirán, pero nada le hace porque el Secretario en funciones ha descubierto el agua tibia: señoras y señores, muchos mexicanos no saben leer. Terrible, sin duda. Y usted, ¿a qué se dedica? Yo he dedicado parte de mi vida a la educación y soy subsecretario; es más, soy Secretario en funciones. Pues usted, Tuirán, debió renunciar hace mucho tiempo pues en parte esa catástrofe se la debemos a usted. ¿O a quién más? ¿Quién es el encargado? De nuevo: les tengo una noticia: he fracasado en mis funciones públicas, lo reconozco y al reconocerlo me cubre una nube de honestidad. No me pueden ver porque me envuelve la nube honesta. Gil sacó de la faltriquera de su chamarra de reportero una pregunta inocente: ¿por qué se mantienen en sus cargos los funcionarios ineptos? ¿La meta es el fracaso? Somos muy raros, si expusiéramos nuestro caso en otros países del mundo, en algunos, no en todos, se escucharían comentarios mordaces: los gobiernos mexicanos están constituidos por personas muy extravagantes, los funcionarios reconocen que lo que hacen lo hacen muy mal y nadie los despide, al contrario duran más tiempo en sus cargos públicos. Tuirán reconoció que los estudiantes de bachillerato también leen muy poco pues alcanzan a leer un promedio de 3 libros al años, y los universitarios sólo 5 (sí, como ño) lo cual lamentó, dice la nota de Sonia del Valle de su periódico Reforma, pues para el funcionario “la lectura forma parte importante para la formación de los seres humanos”. Tuirán dejó a Gamés con el ojo cuadrado. No diga, de modo que la lectura “es importante para la formación de los seres humanos”, ¿y cómo llegó usted a semejante conclusión? Deje que Gil adivine: ¿se lo dijo Elba Esther? Frío, frío. ¿Lo investigó en los libros de una biblioteca? Frío, helado. ¿Se le ocurrió nomás con todo y aquella vieja historia de la flauta? Caliente, ardiendo. Es que de veras. Gamés trajo del fondo de otra faltriquera (ah, escribir la palabra faltriquera, gran cosa) otra pregunta: ¿una parte importante del trabajo de Tuirán consiste en mejorar los niveles de lectura de los estudiantes de nivel medio y superior? Si la respuesta es sí, Tuirán cumple con el perfil del funcionario público que se presenta con una cachaza barnizada de honradez: hemos fracasado. La máxima de Woody Allen prendió la luz del ático y espetó: “Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leer Guerra y paz en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia”. Gil s’en va gil.games@razon.com.mx Twitter: @GilGamesX |
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