EL MARAVILLOSO SOMBRERO DE MARÍA . SATOSHI KITAMURA

Autor: Satoshi Kitamura. 

Editorial: Océano Travesía 

Colección: Los álbumes. 

Año: 2015. 

Género: Cuento Ilustrado, Fantasía, Niños.

 Hojea el libro aquí.

Delicada historia sobre el poder de la imaginación.

Uno de los autores e ilustradores de libros para niños más importantes de Japón y uno de los mejores del mundo.

María ama los sombreros, pero no tiene dinero para comprarlos. Con tristeza, sueña con los encantadores modelos que venden en la ciudad. Entonces, el dueño de la tienda de sombreros le muestra a María una caja, la cual contiene el sombrero más fino y hermoso que ha fabricado, y la desafía a imaginárselo. Si logra imaginarlo se lo dará. La niña acepta el reto…

Satoshi Kitamura Nació en Tokio en 1956. Es escritor y dibujante. Ha publicado numerosos libros para niños, la mayoría de los cuales se han traducido a diferentes idiomas. En 1983, Kitamura ganó el premio Mother Goose, otorgado anualmente a la revelación en ilustración, por el libro Fernando Furioso (Angry Arthur). Con el mismo libro también obtuvo el Premio de Libro Ilustrado en Japón. En 2000 se hizo merecedor al prestigiado premio Smarties por su obra Me and My Cat?

Cada cabeza es un mundo, y cada mundo es un sombrero. El autor japonés Satoshi Kitamura (1956) nos sumerge en nuestro propio inconsciente en el libro El maravilloso sombrero de María, donde conoceremos a María, una niña curiosa que descubre su fascinación por los sombreros, y que recibe por un módico precio uno de los sombreros más asombrosos jamás imaginados. Este sombrero se parece a el pastel que se le antoja a María, aunque también se asemeja mucho a un bello racimo de flores, y a muchas cosas más.

Pero, ¿cómo es eso posible?

La respuesta está en la cabeza de María y también en la del lector, que se preguntará qué maravillosa forma adquiriría su sombrero al salir de la tienda, de la escuela o en un paseo por el parque.

Océano Travesía edita un libro que puede disfrutarse por imaginadores de cualquier edad, revelándonos que no hay herramienta más poderosa que la mente propia.